CAMIONEROS POR EL MUNDO: CON TRABAJO Y SIN PAPELES EN SIERRA LEONA

Antes del último año , Ramiro y yo coincidíamos en la imprenta donde yo trabajaba, siempre me era grato atender a un paisano de Boñar; él ya sabía que las cosas estaban mal por aquí en su gremio, como autónomo no dejaba de buscar trabajo por dónde lo hubiese, yo más o menos inquieta viendo también el sector servicios tocado y el extraño nivel de prioridades de algunos empresarios a la hora de pagar; solo unos meses después él cogió la oportunidad africana y yo me vi engrosando la lista del paro , con una partida de nóminas sin cobrar, efectivamente los presagios de ambos ,en aquellos minutos de charla entre detalles de tarjeta de visita y formato y color del vinilo, eran ciertos… el panorama laboral era negro, y en su caso la solución también…

Yo, que siempre he pensado que mi sitio no es este y más en ese tiempo de miseria global y frio incipiente, cuando supe de su marcha al continente africano le puse un mensajín a Ana, así casi a lo tonto sin parar a pensar lugar ni circunstancias : «¿y cómo no te vas tu también?» ,pregunta insensata dónde las hubiese… Ya comprendí que no era sitio de acomodo para familias, ahora sé que Sierra Leona tampoco lo es para hombres por fuertes que lo sean.

Supe , como todo lo que alcanzamos a saber en los pueblos , eso que es ajeno a tu propia vida y tus desgracias, que se decía que muchos más quisieron marchar, que otros desconfiaron, que a algunos les dió miedo y que incluso alguno se quedó casi con las ganas. Ahora, que las cosas están así, seguro que pasa como cuando la guerra, que todos tuvimos a alguien que marchó a Argentina, estuvo a punto de marchar, perdió el barco o se quedó sin billete.

Poco sabemos y en realidad poco más nos importa, la empresa valenciana Aznar Quarring Logistic, con toda la pinta de ser el montaje de unos verdaderos piratas, les hace una propuesta para trabajar en Sierra Leona, aportando como condición indispensable sus propios vehículos o maquinaria. El trabajo consiste en largas jornadas transportando materiales de una mina de hierro al puerto y el cambio en salario no parece ninguna quimera pero es suficiente para trabajar un tiempo , en principio habría para tres años, y soportar la situación económica de las familias aquí en España. No solo está nuestro Ramiro González de Boñar atrapado en esta «presunta» estafa laboral , otro leonés Antonio Valenzuela, Juan Carlos Gafo, asturiano, y tres valencianos José y Enrique M., de Alfafar, y Luis M.H., vecino de Alberic, son los seis transportistas. Después de unos meses de trabajo, la subcontrata para la que ellos prestaban servicios cobra una parte ,180.000 dólares, y los reparte con la parte española de la Empresa AQL, quien entra en pleito con su socio local y retiene los vehículos y el pago de nuestros compatriotas. Con la excusa de la legalización de nuestros compatriotas en aquel país y de sus vehículos les retienen y «hacen desaparecer» por que nadie sabe dónde están sus pasaportes. Hoy Ramiro y sus cinco colegas son ilegales en un país donde las cosas funcionan de manera muy diferente a cómo las entendemos aquí más arriba. Ahora es tiempo de solución, espero que pronto llegue el momento de la justicia.

Con esta situación tenemos a seis españoles, entre ellos dos paisanos de León, en un país inmerso en la prórroga de una guerra civil acabada en el 2.002 pero aún inconclusa en las formas, con graves problemas alimentarios y luchas sangrientas por negocios mineros como el de los diamantes, además de con la corrupción como forma de burocracia. Seis paisanos sin pasaporte ni camiones, que es otra forma de secuestro, pero con la suficiente fuerza para ver terminar con bien este mal sueño que comenzó imaginando un futuro cercano mejor.

Poco podemos hacer nosotros, los de a pie, más que pedirle a los políticos que trabajen , y al menos si la situación social y económica española es insalvable, que lo parece, que vean la forma más rápida de hacer que estos hombres recuperen lo que es suyo, seguro que saben dónde acudir y qué recursos agotar, es parte del oficio de político y también su responsabilidad por haber hecho, consentido y/o apoyado políticas de destrucción de empleo que , en parte , ha llevado a muchos españoles a marchar del país en busca de trabajo y a otros a aceptar condiciones laborales miserables con tal de poder ingresar unas perras, ¡¡esos si que son mayorías silenciosas!! .